
Uno de los errores más comunes al blindar un vehículo es no verificar que el proveedor cumpla con certificaciones internacionales y regulaciones nacionales. Un elemento clave en México es la norma NIJ 0108.01.
La norma NIJ proviene del Instituto Nacional de Justicia de Estados Unidos y establece los niveles balísticos que un material debe cumplir. Esta normativa asegura que el blindaje realmente detiene proyectiles específicos bajo condiciones controladas.
Además, es obligatorio que el vehículo blindado cuente con una Carta de Autentificación emitida por la Secretaría de Seguridad Privada. Circular sin él implica riesgos legales.
En resumen, elegir un proveedor certificado es una decisión de seguridad, legalidad y durabilidad. El blindaje debe proteger, no generar nuevos riesgos.